El Papa: «¿Gritas un Gol Pero no alabas fuerte a
Dios? ¡No es sólo Para la Renovación Carismática!»
La lectura de la misa en la que la esposa del rey
David, Mikal, se burla injustamente de su marido por
"perder la compostura" al bailar en alabanza para
Dios fue el motivo que llevó al Papa Francisco a
animar a todos los cristianos a alabar fuerte a
Dios, con alegría, como parte de su vida de oración,
desdeñando el
argumento de algunos de que "padre, eso es sólo para
los de la Renovación Carismática".
El Papa Francisco ha hablado en su homilía matinal
en la Residencia Santa Marta este martes 28 de
enero sobre
David que "danzaba con todas las fuerzas delante del
Señor" y
sobre esta imagen alegre de la que se habla en el
Segundo Libro de Samuel.
Todo el Pueblo de Dios estaba en fiesta porque el
Arca de la Alianza volvía a casa. La
oración de alabanza de David, ha explicado, "le
llevó a salir de cualquier compostura y
a bailar delante del Señor" con "todas las fuerzas".
¡Esto era precisamente la oración de alabanza!, ha
exclamado el Papa.
Además, ha indicado que leyendo este pasaje, "he
pensado enseguida" en Sara, después de haber dado a
luz a Isaac. "¡El Señor me ha hecho bailar de
alegría!", dijo la anciana.
Por esto, Francisco ha señalado que "para nosotros
es fácil de entender la oración para pedir algo al
Señor, también para dar gracias al Señor" o la
"oración de adoración". Pero la
oración de alabanza "la dejamos de lado, no nos
viene espontánea",
lamentó.
Y de este modo lo ha explicado: "´¡Pero,
padre, esto es para los de la Renovación
Carismática, no para todos los cristianos!´ No. ¡La
oración de alabanza es una oración cristiana para
todos nosotros! En
la misa, todos los días, cuando cantamos el Santo…
Esta es una oración de alabanza: alabamos
a Dios por su grandeza, ¡porque es grande! Y le
decimos cosas bonitas, porque a nosotros nos gusta
que sea así"
». "Pero,
padre, yo no soy capaz... Yo debo... ¿Pero
eres capaz de gritar cuando tu equipo marca un gol y
no eres capaz de cantar alabanzas al Señor? ¿De
salir un poco de tu compostura para cantar esto? ¡Alabar
a Dios es totalmente gratuito! No
pedimos, no damos las gracias: ¡alabamos!"
Debemos rezar "con todo el corazón".
Ha continuado matizando el Papa que alabar a Dios
"es un acto de justicia, ¡porque Él es grande! ¡Es
nuestro Dios!"
David, ha recordado el Santo Padre, "era muy feliz,
porque volvía con el Arca, volvía
con el Señor: también su cuerpo rezaba con esa
danza".
“En cualquier circunstancia recurran a la ORACIÓN Y
A LA SÚPLICA, acompañadas de ACCIÓN DE GRACIAS para
presentar sus peticiones a Dios”. Si sé que el Señor
está a mi lado , que ya tomó esa situación en sus
manos, sólo me resta darle GRACIAS.
Francisco ha continuado lanzando "una buena pregunta
que podemos hacernos hoy: ´Pero ¿cómo
va mi oración de alabanza? ¿Sé alabar al Señor? ¿Sé
alabar al Señor o cuando rezo el Gloria o rezo el
Sanctus lo hago solamente con la boca y no con todo
el corazón?´ ¿Qué
me dice David, danzando aquí? Y Sara ¿bailando de
alegría? Cuando
David entra en la ciudad comienza otra cosa: ¡una
fiesta!"
"La alegría de la alabanza - ha explicado - nos
lleva a la alegría de la fiesta. La fiesta de la
familia". De este modo el Papa ha recordado que
cuando David entra en el palacio, la hija del rey
Saúl, Mikal, le reprende y le pregunta si no le da
vergüenza haber bailado de esa forma delante de
todos, él que es el rey. Mikal, "despreció a David".
De este modo, Francisco ha proseguido: "yo me
pregunto ¿cuántas
veces nosotros despreciamos en nuestro corazón a
personas buenas,
gente buena que alaba al Señor como le viene, así
espontáneamente, porque
no son cultos, no siguen las actitudes formales?¡Pero,
desprecio! ¡Y dice la Biblia que Mikal quedó estéril
durante toda la vida por esto! ¿Qué quiere decir la
Palabra de Dios aquí? ¡Que
la alegría, que la oración de alabanza nos hace
fecundos! Sara
bailaba en el momento grande de su fecundidad, a los
noventa años! La
fecundidad que nos da la alabanza al Señor, la
gratuidad de alabar al Señor. Ese
hombre o esa mujer que alaba al Señor, que reza
alabando al Señor, que cuando reza el Gloria se
alegra de decirlo, cuando canta el Sanctus en la
misa se alegra de cantarlo, es un hombre o una mujer
fecunda"
El Pontífice, para finalizar, ha advertido que "aquellos
que se cierran en la formalidad de una oración fría,
medida, quizá terminan como Mikal: en la esterilidad
de su formalidad".
Por
ello, el Papa ha invitado a imaginar a David que
danza "con todas las fuerzas delante del Señor ypensemos
que bello es hacer la oración de alabanza".
Además, ha afirmado que nos hará bien repetir las
palabras del Salmo 23 que hemos rezado hoy:
"Puertas, levanten sus dinteles,
levántense, puertas eternas,
para que entre el Rey de la gloria!
¿Y quién es ese Rey de la gloria?
Es el Señor, el fuerte, el poderoso,
el Señor poderoso en los combates!”
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