Renovación Carismática Católica en el Espíritu en Canarias





	Vida Espiritual o Vida Material
	En el correr del tiempo cristiano ya es momento de hacernos esta reflexión: ¿Qué tiempo le dedicamos a la vida propensa a las tentaciones y que tiempo le dedicamos a la espiritualidad para ser un fiel discípulo? Muchas actividades cotidianas nos consumen más tiempo del que realmente le deberíamos de dedicar, poner todo el interés únicamente en el trabajo te alejará de la familia, si le dedicas todo el tiempo a la familia es porque no trabajas, poner demasiado interés sólo a las actividades sociales te aleja de los deportes y si pasas sólo jugando, es por que no trabajas, no tienes familia y no perteneces a ningún grupo social. Como vemos, al levantarnos hay que ir a trabajar, al medio día mientras comes te reúnes con tus compañeros de trabajo que deben ser indudablemente tus mejores amigos, sales del trabajo y te vas a realizar deportes y por la noche te reúnes con tu familia, se termino el día y la vida espiritual ¿Qué? Hagamos un esfuerzo, levántate temprano, ve a misa antes de ir al trabajo, pasa con tus amigos de trabajo, disfruta con tus amigos de vida deportiva y pasa la noche con tu familia, así serás de la multitud que sigue a Dios por sus milagros y sus señales. Pero qué tiempo le dedicas a quién es origen y fuente de nuestra vida, cuánto tiempo le dedicas para decirte Dios Padre te amo, tengo fe y creo en ti. Gracias Dios Hijo por ser el camino de la verdad y la vida para llegar a Dios Padre, gracias Espíritu Santo por darme fortaleza para amar y tener fe ciega en Dios Padre, temiendo no ofender a quién tanto me ama. Indudablemente deberás de cambiar tu estilo de vida, por eso el día que haya Asamblea de la Comunidad a la que perteneces, congrégate con los hermanos cristianos, ellos también son tus amigos, durante dos días a la semana después del trabajo practica cualquier deporte, te quitará el estrés y compartirás con más amigos, asiste a un grupo de oración durante la semana y convive con tus hermanos que serán aún más amigos. Busca compensar el tiempo de las noches que le dedicas a la actividad religiosa, haciendo vida familiar el sábado y el domingo, asistan a la misa en familia, salgan de paseo en familia, solos o con otras familias, así te convertirás en un discípulo cristiano. Si te conformas con eso, ya la hiciste, porque cuando quieras algo sólo le tendrás que decir: “Dios ven en mi ayuda, date prisa en socorrerme” y Él muy amablemente te responderá, “Hijo, espérate hasta cuando llegues a la Asamblea o al Grupo de Oración ahí te escucharé, porque hay otros que han estado más tiempo conmigo y no puedo dejarlos por atenderte a ti”. Sí mis queridos hermanos. Desde que aceptamos a Cristo se nos abrió una cuenta de banco, la cual se incrementa con los actos de fe que realizamos: cada oración, cada misa, cara lectura de la biblia, cada acto de caridad y muestra de amor al prójimo, cada momento en que le das gracias por lo que ha hecho por ti, por lo que está haciendo y de forma anticipada por lo que hará por ti. Así mismo cada alabanza que le brindas al que todo lo tiene, te permite tener a Dios Padre como el centro de tu vida y a Cristo como tu mejor amigo. Entre más tiempo pasas con ellos más luego te socorren y muchas veces sin pedírselo.