Ustedes,
hermanos,fueron
llamados para gozar la libertad; no hablo de esa
libertad que encubre los deseos de la carne; más bien,
háganse esclavos unos de otros por amor. Pues la Ley
entera está en una sola frase:Amarás
a tu prójimo como a ti mismo.Pero,
si se muerden y se devoran unos a otros, ¡cuidado! Que
llegarán a perderse todos.
Por
eso les digo:anden
según el Espíritu y no llevarán a efecto los deseos de
la carne. Pues los deseos de la carne están contra el
Espíritu y los deseos del Espíritu están contra la
carne. Los dos se oponen uno a otro, de suerte que
ustedes no pueden obrar como quisieran. Pero, si los
conduce el Espíritu, ya no están sometidos a la Ley.
Es
fácil ver lo que viene de la carne:libertad
sexual, impurezas y desvergüenzas; culto de los ídolos y
magia; odios, celos y violencias; furores, ambiciones,
divisiones, sectarismo, desavenencias y envidias;
borracheras, orgías y cosas semejantes. Le vuelvo a
declarar lo que ya les he dicho: los que hacen estas
cosas no heredarán el Reino de Dios.
En
cambio, el fruto del Espíritu es:
caridad, alegría y paz; paciencia, comprensión de los
demás, bondad y fidelidad; mansedumbre y dominio de sí
mismo. Ahí no hay condenación ni Ley; pues los que
pertenecen a Cristo Jesús tienen crucificada la carne
con sus vicios y sus deseos.
Si
vivimos por el Espíritu,dejémonos
conducir por el Espíritu. No busquemos la vanagloria:
que no haya entre nosotros provocaciones ni rivalidades.
Varios Consejos
Hermanos,
en el caso de que alguien caiga en alguna falta,
ustedes, que son espirituales, enderécenlo con espíritu
de bondad. Cuídate: tú también puedes ser tentado.
Ayúdense
mutuamente
a llevar sus cargas y así cumplirán la ley de Cristo.Si
uno se considera algo, siendo que no es nada, se engaña.
Que cada uno examine su propia conducta y no se alabará
frente a otro, sino que se pondrá celoso de su propio
provecho. Cada uno tendrá que responder a sus propias
obras.
El
que recibe la enseñanza
de la Palabradebe
compartir todo lo que tiene con el que lo instruye.
No
se engañen:
Nadie se burla de Dios.Se
cosechará de lo que se siembra. El que siembra para la
carne, cosechará de la carne corrupción y muerte.El
que siembra para el Espíritu, cosechará del Espíritu la
vida eterna.Hagamos
el bien sin desanimarnos; al debido tiempo cosecharemos,
con tal de que seamos constantes. Por eso, mientras es
tiempo, hagamos el bien a todos, y especialmente a
nuestros hermanos en la fe. (Gálatas)
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