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Todos los Papas después del Concilio Vaticano II, han apoyado públicamente a la renovación carismática desde sus comienzos. |
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Música Para Meditar y
Acercarte a Dios


 


Manila:
16 Ene. 2.015 / 10:49 am (ACI).-
Unos 2.000 obispos, sacerdotes, religiosos y religiosas
de Filipinas, demostraron al Papa Francisco
cuánto lo estiman, provocando la risa
del Pontífice durante la Misa celebrada
en la catedral de Manila el 16 de enero.
El
Papa Francisco comenzó su homilía –en Inglés–, con la
pregunta que Jesús le hace a Pedro según el Evangelio:
“Do you love me?” (¿Me amas?), dijo el Santo
Padre. Acto seguido y de manera imprevista, todos los
presentes respondieron al unísono con un enérgico y
prolongado “¡Sí!”. El Papa comenzó a
reír y de manera fraterna les hizo esta
aclaración: “¡Muchas gracias!
¡Pero estaba leyendo las palabras de Jesús!”.


Medios italianos y sitios online del mundo católico
reprodujeron en las últimas horas una
nueva anécdota del Papa Francisco,
famoso ya por sus pequeños grandes gestos y por romper
las formas rígidas del protocolo en el Vaticano. Vocero
oficiales de la Santa Sede no desminitieron el hecho.
Ocurrió
durante una madrugada, días pasados, cuando el Papa
salió de su departamento en la residencia de Santa Marta
y se encontró en el pasillo con uno de los guardias
suizos, de turno. Al ver que el soldado había estado en
servicio toda la noche, le
acercó una silla y le trajo un sandwich para comer.
Los Medios Italianos Reprodujeron el Siguiente Diálogo.
"¿Qué
hace usted aquí? ¿Estuvo despierto toda la noche?",
preguntó Francisco al guardia.
"Sí",
contestó el soldado.
"¿Parado?",
volvió a preguntar Francisco.
"Reemplacé
a mi colega", explicó el soldado.
"¿No
está cansado?", arremetió el Papa.
"Es
mi deber Su Santidad, por su seguridad", argumentó el
guardia.
El
Papa lo miró y volvió a entrar al departamento para
regresar un minuto después con una silla. "Por lo menos
sientese y descanse", le dijo.
Perplejo,
el guardia contestó. "Lo siento, pero no puedo. Las
reglas no lo permiten".
"¿Las
reglas?", preguntó Francisco. "¿Ah, sí? Bueno, yo soy el
Papa y le pido que se siente".
El
guardia hizo caso. Y se comió un sandwich de jamón que
Bergoglio le acercó con un "Buen apetito, hermano".

Este 13 de Marzo se cumple el
primer aniversario de que el humilde cura argentino
Jorge Mario Bergoglio se convirtiera en el Papa
Francisco, al
suceder tras su renuncia al Papa Emérito Benedicto XVI
como pontífice de la iglesia católica en el mundo.
Aún
no es posible saber si es cierto lo que algunos medios
aseguran, que el papa Francisco sale por las noches
vestido de común sacerdote para estar con los más pobres
y hacer escapadas a "la periferia" de Roma. Esta es una
muestra de la normalidad con la que vivía en Buenos
Aires y que ha llevado hasta Ciudad del Vaticano.
El
arzobispo emérito de Sao Paulo, el cardenal Claudio
Hummes ha contado recientemente en un documental para la
RAI cómo en la llamada "Habitación de las lágrimas",
donde se dice lloran mientras se visten los papas recién
elegidos, se empezaron a ver las primeras señales de
Francisco cuando no quiso ponerse la "muceta roja" de
los papas, la cruz de oro o los zapatos rojos que tenían
ya preparados para salir al balcón de la Logia central
de la basílica de San Pedro.
"Salió
de la capilla así, con sencillez, con sus zapatos negros
con los que había llegado de Buenos Aires. No se sentó
en el trono que tenía preparado y se quedó de pie para
abrazar uno a uno a todos los cardenales con una
espontaneidad maravillosa", recordó Hummes.
Aún
usa sus zapatos negros y por entre la sotana blanca se
transparentan sus pantalones oscuros, "porque se niega a
portar los blancos", dijo un alto cargo de la Curia.
La
espontaneidad de Francisco, que trae de cabeza a los
agentes de seguridad, quienes le recriminan que es
indisciplinado, fue reconocida por él mismo el día en
que recibió en audiencia a las selecciones italiana y
argentina, cuando espetó: "¿Pero no se dan cuenta de qué
pueblo vengo?".
1. En
sus primeras semanas como Pontífice, el portero de la
sede en Roma de la Compañía de Jesús, a la que pertenece
Francisco, fue el primero que escuchó su voz al otro
lado del teléfono, preguntando si le podía poner en
contacto con el superior general de la orden para
agradecerle la carta que le había enviado el día
anterior. "Buenos días, soy el papa Francisco, quisiera
hablar con el Padre General", dijo el argentino, a lo
que el portero, según desvelaron más tarde los propios
jesuitas, estuvo a punto de responderle: "¡y yo soy
Napoleón!".
2. En
España, las Carmelitas de Lucena (Córdoba), por
encontrarse rezando, casi pierden la llamada de
Bergoglio para desearles una buena salida del año 2013.
"¿Qué andarán haciendo las monjas que no pueden
atender?", fue el mensaje que dejó en el contestador el
papa, con quien sí pudieron hablar unas horas más tarde,
según confirmó la madre superiora.
3. Desde
entonces también han recibido su llamada el quiosquero
de Buenos Aires, Nicolás Schandor, a quien le pidió que
no le guardase más el periódico porque se había mudado a
Roma, o un joven italiano de 19 años que le envió una
carta a través de un cardenal.
4. El
Papa Francisco sorprendió por teléfono a una monja a
mitad de la clase que dictaba en el aula de quinto de
primaria. El 18 de noviembre sonó el teléfono de sor
Teresa y al otro lado de la línea se escuchó: “¡Soy el
Papa, el Papa Bergoglio!”. “¡El Papa, el Papa me está
llamando por teléfono!”, exclamó ante todos sus alumnos.
Francisco llamaba a agradecer el envío de unas
fotografías de niños que murieron en Tierra de los
Fuegos, Italia, víctimas de cáncer por contaminación
causada por los residuos tóxicos que la mafia.
5. Francisco
ni siquiera se ha resistido a las nuevas modas
fotográficas, y buena prueba de ello es el autorretrato
que se sacó el pasado agosto junto a un grupo de jóvenes
peregrinos italianos que visitaban la basílica de San
Pedro. La imagen original, obtenida con un teléfono
móvil, fue difundida por Twitter a través del periodista
italiano Fabio M. Rogona, quien se la pidió prestada a
su propietario. Acto seguido, la instantánea comenzó a
circular como la pólvora por la red social, generando
todo un fenómeno viral.
6. La
sencillez de Francisco ha motivado a los católicos a
saludarlo y acercarse de forma muy natural. Una mamá
italiana llevó a su bebé de 19 meses de edad Daniele De
Sanctis, a la audiencia general papal, vestido con la
misma indumentaria del pontífice e incluso una diminuta
cruz pectoral. El niño lloró cuando el Papa cargó a su
propio Mini-me.
7. En
otra audiencia, el Papa divisa entre la multitud de
fieles congregados en la plaza a un sacerdote argentino
y lo invita a subir al papamóvil en el tradicional
recorrido. “Pasaba por Roma para encontrar al Papa, pero
fue el Papa quien me encontró a mí”, dijo Fabián Báez
desempeña su labor en la parroquia Nuestra Señora del
Pilar del barrio de Recoleta, en Buenos Aires.
8. El
papa Francisco confesó que tomó la cruz del rosario de
su fallecido confesor cuando yacía en su ataúd y la
lleva hasta hoy en una bolsita bajo su sotana, esperando
tener la mitad de la misericordia que el sacerdote. Dijo
que "vi el rosario que tenía en sus manos e
inmediatamente salió el ladrón que todos
llevamos dentro y mientras arreglaba las
flores, tomé la cruz".
9. La
famosa marca fabricante de motos Harley-Davidson le
regaló uno de sus vehículos al papa, quien lo donó, pero
antes de la subasta firmó la moto y una chamarra de
cuero, que se vendieron por un total de $353 mil. El
dinero recaudado con la venta permite al albergue
Cáritas Roma continuar dando comidas y alojamiento a más
de mil personas necesitadas cada día.
10. Del
dinero obtenido en la subasta de la Harley, Francisco
pidió un cheque de 200 euros que envió a una anciana de
80 años, quien le informó en una carta que le habían
robado su cartera con 54 euros que había pedido
prestado. El robo se produjo cuando la mujer se dirigía
al Hospital Dell'Angelo para visitar a su esposo
gravemente enfermo.


 
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